Al final, tuve que hacer más reformas en mi hogar. Después de mi trabajosa mudanza y los primeros arreglos, pensé que estaba todo solucionado. Incluso hice la fiesta de apertura y todo. Pero surgieron inconvenientes...
La casa es vieja, por lo que pronto comencé a tener problemas con las cañerías. El agua no salía bien de las canillas, por lo que tuve que llamar a un especialista en reformas de de baños y cocinas para que hicieran los arreglos.
Por suerte, actuaron en forma rápida y eficiente, pero me parece que voy a tener que hacer más cambios en la casa, debido a su antigüedad. Es el precio que hay que pagar por mudarse a una casa vieja, pero de todas formas no me arrepiento, ya que me encanta la forma en que está construída, sus patios, y sus techos altos.
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